Los parches están en contacto con tu piel y hay que cuidarlos. Estos son los que se encargan de transmitir la electricidad y son los responsables de que tengas mayor o menor confortabilidad a la hora de entrenar con electroestimulación. Esa comodidad va a depender del uso que le hayas dado a los parches, de cómo los hayas cuidado y sobre todo del desgaste.
Recuerdo muchas veces aquel anuncio de una casa de neumáticos de coches que decía
“La potencia sin control no sirve de nada”
Algo parecido pasa con los electrodos de electroestimulación. No podrás aplicar mucha intensidad a tu entrenamiento si los parches están en mal estado, ya que será muy incómodo entrenar con tu electroestimulador si el parche ya tiene un tiempo o ha caducado su vida útil del uso.