No entrenes con tu electroestimulador sin ganas

Es fácil pensar que la electroestimulación es una actividad liviana y que se puede hacer en cualquier momento y en cualquier condición, dado que es posible realizarla estando sentad@ o tumbad@.

Pero esto no es así.

Hace poco calló en mis manos un estudio en el que se llegaba a la conclusión de que el trabajo con electroestimulación era más intenso que el trabajo voluntario, y esto requería un mayor consumo energético durante el periodo de recuperación.

Esto quiere decir que los músculos necesitas más energía, más calorías, para recuperar tras un entrenamiento con electroestimulador en comparación con un entrenamiento voluntario.

La prueba se realizó al máximo de intensidad soportable, tanto con ejercicio voluntario como con electroestimulación.

¿Qué conclusión sacamos de esto?

La conclusión a la que se llega con este estudio es que al entrenar con electroestimulación, los músculos también se fatigan, incluso más que con ejercicio voluntario, aunque no haya movimiento.

El hecho de ser un entrenamiento pasivo, ya que se hace de pie o sentado, no implica que no conlleve un gasto energético y un consumo de recursos por parte del cuerpo.

Por esto es importante elegir bien la hora y el momento del entrenamiento de electroestimulación.

Este debe ser programado y formar parte de la rutina de entrenamiento como una sesión más.

No es adecuado entrenar en cualquier momento y en las condiciones “que sea”.

Tu cuerpo tiene que estar preparado primero para entrenar, y segundo para asimilar ese entrenamiento.

Si estás cansad@ para hacer voluntario, estás cansad@ para entrenar electroestimulación

Muchas veces no te apetece salir a correr, ir al gimnasio o montar en bici porque estás cansad@.

Si eres competitiv@, seguramente una vocecita interior te susurre «¿Vas a perder un día de entrenamiento?«

En ese momento, a pesar de no tener ganas, se te ocurre la brillante idea de usar el electroestimulador para entrenar.

Si no te apetece entrenar de manera voluntaria, tampoco deberías de hacerlo con el electroestimulador.

No te obligues pero tampoco te confundas

Ante este tipo de situaciones es mejor descansar y dejar la electroestimulación para otro día. El cuerpo debe estar receptivo ante un entrenamiento tan exigente.

Pero no confundas cansancio y fatiga con pereza.

La pereza siempre viene acompañada de excusas. Presta atención y la reconocerás fácilmente.

Si haces un entrenamiento de electroestimulación cuando tu cabeza te pide descansar, conseguirás entrenar tus músculos, pero estarás dando una carga extra de estrés a tu organismo y posiblemente ese entrenamiento sea un lastre para tu recuperación.

Factores por los que el cuerpo te pide descanso

El cuerpo es sabio y cuando no está preparado para un esfuerzo, te pide descanso. Un cuerpo fatigado no puede recuperar correctamente y esto es esencial para mantener un equilibrio adecuado.

Algunos de los factores por los cuales el cuerpo indica la necesidad de descanso son:

Fatiga muscular: Cuando los músculos han sido sometidos a un esfuerzo intenso, la fatiga puede acumularse, generando la necesidad de un período de descanso para su recuperación.

Dolor persistente o una lesión: Sensaciones de dolor prolongado o agudo, o una lesión muscular, ósea o de cualquier otro tipo, hacen que el cuerpo destine gran cantidad de recursos para recuperar los tejidos musculares, óseos o articulares. Si entrenas con electroestimulación durante estos procesos, los recursos se dividirán entre la recuperación muscular y la lesión. Es necesario evitar el estrés muscular para favorecer una recuperación total.

Falta de energía: Si te sientes constantemente cansad@ o con falta de energía, podría ser un signo de que tu cuerpo necesita un descanso para restaurar niveles adecuados. Otra posible causa puede ser una baja función tiroidea. En este caso se puede entrenar con el electroestimulador, pero con intensidades bajas para no restar recursos al organismo.

Problemas de Sueño: La calidad del sueño afecta directamente la capacidad del cuerpo para recuperar. La falta de sueño aumenta la necesidad de descanso.

Desmotivación y agotamiento mental: El agotamiento mental y la falta de motivación son signos de que tanto el cuerpo como la mente necesitan un respiro.

Reducción del rendimiento: Si notas que tu rendimiento en el ejercicio o en tus actividades cotidianas disminuye, podría ser un indicativo de que tu cuerpo necesita un periodo de recuperación.

Sobreentrenamiento: Realizar ejercicio de manera excesiva y sin suficiente tiempo de descanso puede llevar al sobreentrenamiento, afectando negativamente la salud y el rendimiento.

Estrés elevado: Posiblemente este sea el que afecta a la mayoría de las personas. El estrés crónico influye negativamente al cuerpo y puede requerir periodos de descanso para mitigar sus efectos.

Cambio en la motivación: Si notas una disminución significativa en tu motivación para realizar actividades físicas, presta atención porque puede ser una clara señal de que tu cuerpo necesita un descanso.

Bajada en el sistema inmunitario: Si experimentas frecuentes resfriados, infecciones o una recuperación más lenta de enfermedades comunes, podría ser una señal de que tu sistema inmunitario necesita un impulso a través del descanso. También guarda relación directa con una recuperación muscular deficiente.

Escucha las señales de tu cuerpo. Hay momentos en los que es necesario dejar de lado la actividad física para permitir que el organismo se regenere y así poder mantener un equilibrio saludable y evitar posibles problemas de salud a largo plazo.

En los momentos que tu cuerpo te pide descanso, no es recomendable realizar electroestimulación.

Ojo también con los entrenamientos nocturnos.

Si no tienes tiempo durante el día y piensas que al llegar la noche es el mejor momento para hacer electroestimulación, debes saber que el entrenamiento nocturno hay que evitarlo ya que produce cambios hormonales que pueden afectar tu calidad de sueño y por consiguiente tu recuperación.

En este estudio se comprobó que el ejercicio nocturno retrasa los ritmos circadianos y la secreción de melatonina y tirotropina.

El entrenamiento siempre es mejor por el día, preferiblemente antes de las 18.00 horas para permitir que el cuerpo transite hacia la noche de una manera más relajada y armónica.

Antes de ir a dormir, es recomendable dejar pasar al menos 4 horas desde la última actividad física intensa. Este intervalo de tiempo permite que el cuerpo tenga el espacio necesario para recuperarse adecuadamente antes de afrontar la fase de descanso nocturno.

¿Y el masaje?

Con este tipo de programas no tendrás problema. Es más, cuando tu cuerpo te pida descansar, un masaje será beneficioso para mejorar el flujo sanguíneo y relajar los músculos

No tienen nada que ver el efecto que produce en tu cuerpo un programa de entrenamiento en comparación con uno de masaje.

El masaje puedes aplicarlo en cualquier momento del día o de la noche. El entrenamiento no.

El masaje puedes aplicarlo cuando estás cansad@. El entrenamiento… mejor para otro momento que tengas más energía.

Sé Feliz

Pedro García