Compex nuevos Vs Compex antiguos

Siempre habrá el eterno debate sobre si lo moderno es mejor que lo antiguo o si lo antiguo es mejor que lo moderno. Personalmente, creo que en la mayoría de las cosas, lo moderno casi siempre es lo mejor, aunque siempre hay excepciones.

Mi abuelo me contaba que cuando él era pequeño, venía desde su pueblo a Badajoz (que está a 60 kilómetros) en una carreta tirada por burros y tardaban un día entero.  Hoy en día, va y se viene en coche y solo tarda media hora larga. Tienes el resto del día para aprovecharlo.

No hace falta matizar que los avances técnicos le vinieron muy bien a mi abuelo.

En Carrefour el otro día encontré un paquete que ponía “Migas Caseras Extremeñas”. Las migas es un plato que me encanta, así que lo compré para probarlo. Cuando las abrí y las calenté… no les vi buen color, pero cuando las probé, ya se me vino el mundo encima. Me había creado unas expectativas que las migas no habían cumplido. No tienen nada que ver con las migas que hace mi suegra, con su tocinito, pimientito, ajitos… mmmmmm, qué ricas…

Evidentemente, a estas migas de Carrefour no le han venido bien los avances técnicos. (Igual yo en este aspecto soy muy exigente porque llevo mucho tiempo comiendo buenas migas extremeñas jejeje)

Vamos al terreno que nos ocupa, al de los electroestimuladores.

Hace unos días, un lector del blog me escribió porque tenía la duda sobre si comprarse un electroestimulador con tecnología antigua o un electroestimulador actual. Su pregunta era esta:

“Tengo una duda sobre qué relación o diferencia hay entre los Compex que trabajan con unidades de energía en lugar de miliamperios.

¿Hay diferencia entre ellos? ¿Es la electroestimulación más cómoda y agradable con uno que con otro? ¿El tipo de “corriente” no es la misma en ambos? Es posible que con los Compex modernos la subida de intensidad sea más suave-gradual que en los Compex antiguos?​

A ver si me puedes aclarar esto por favor.”

En estos casos, cuando entra la tecnología por medio, casi siempre me gusta más lo moderno. Te pondré un ejemplo sencillo y claro.

Imagina que tienes que subir una montaña de 100 metros de altura. Para llegar a ella tienes dos opciones.

• Opción A: Una escalera con 120 escalones.
• Opción B: Otra escalera con 999 escalones.

¿Con cuál subirías mejor? ¿Cuál crees que sería más cómoda?

Aunque ambas te llevan al mismo destino, la diferencia está en la suavidad del ascenso. Ahora verás cómo esto se relaciona con la electroestimulación.

Mientras que uno solamente tiene 100 escalones para llegar arriba (los Compex antiguos), el otro (los Compex modernos) tiene 999 o 690 peldaños.

Cada vez que subes una energía o miliamperio en un Compex antiguo, es como si subieras 8 energías de los Compex modernos. En intensidades bajas no pasa nada, pero en entrenamientos a intensidades altas, existe una gran diferencia entre subir una energía o subir ocho de golpe, y en los masajes puede llegar a suceder algo parecido.

Es por esto que la electroestimulación con los Compex actuales es más cómoda y agradable para trabajar con ella, sin contar los beneficios que nos aporta la tecnología Mi, que realiza un escaneo del músculo y detecta automáticamente las condiciones exactas en las que se encuentra, enviado la cantidad justa de electricidad para que el músculo reaccione con calidad. Ni más ni menos, sino la justa.

En este artículo te detallo lo que hace y lo que no hace la tecnología Mi.

Así se consiguen mejores resultados.

Te contaba más sobre esto en distintos artículos.

Te dejo una lista de los más interesantes.

Pues esta es la diferencia principal entre los miliamperios de los Compex antiguos como el Compex sport, o el Compex full Fitness y los Compex modernos como el Compex Sp 4.0, Compex sp 2.0, Compex sp6.0, Compex sp8.0, Compex fit 3.0 o el Compex fit 5.0.

Esto no quiere decir que los Compex antiguos no sirvan. Solamente significa que a más moderno, más comodidad y más tecnología.

Si te vas a comprar un Compex de segunda mano, no dejes de ver este artículo para evitar sustos inesperados.

Sé feliz

Pedro García